jueves, 6 de agosto de 2009

Opinión de Marcelo Scalona, el fibrón maestro, el guía.

me encanta el debate generado por las tensiones lógicas entre EDITORA (Pato) y AUTORES (ustedes).
Seguramente es buenísimo el trabajo de Pato desde el pto. de vista técnico
y las inquietudes o propuestas que hace son correctas (desde su pto. de vista),
oportunas (es el momento de hacerlas) y pertinentes (técnicamente).

Ahora bien, justo en este momento sabemos la puja (terrible) que tenía CARVER con su editor y por lo que sabemos ahora, si Raymond le hubiera hecho caso, muchos de sus cuentos serían más parecidos a Cheever que a sí mismo.
Si yo le hubiera hecho caso a DAL MASETTO, todo lo que más me gusta (y le gusta a muchos lectores-escritores-críticos) que han leído el original de mi novela EL PORTADOR, se perdería... Dal Masetto como maestro de policial clásico me sugirió eliminar casi toda la subjetividad de la novela, lo que a mí (autor) y modestamente a muchos lectores de prueba, les ha parecido lo mejor del texto.

Y sino, recordar directamente que ULYSES de Joyce o CIEN AÑOS DE SOLEDAD de García Márquez, tardaron más de 10 años en conseguir editorial, e incluso, ambos debieron hacerlo fuera de su país. Joyce en Francia y G. Márquez en La Argentina... Saben que hay miles de ejemplos más...

O sea, y esto no va para nada en desmedro del laburo de PATO, sino todo lo contrario,
pero los autores tienen que cuidarse de los editores, dicho esto en el sentido de disentir, consensuar, negociar el texto, o en todo caso, trabajar con consensos pero también con independencia. El editor es un técnico (positivamente) y laburo con el manual de reglas, cánones, tradiciones, etc... es lo que corresponde. El autor también labura con eso, más con algunos aspectos objetivos particulares, propios (reglas de vanguardia o hasta propias, cap 68 de Rayuela, las másmédulas de Oliverio, etc etc etc) e incluso subjetivos o semánticos propios... (el 1º editor que vio Boquitas Pintadas pensó que el lector se perdería en el mar de fragmentos epistolares, que Manuel debía bajar un poco la fragmentación...)

Repito, esto no es defender a ultranza un "creacionismo" tan original para llegar a la arbitrariedad o al dislate.

Sin embargo, uniformar una novela escrita a TRECE MANOS, no solo es inconveniente sino faltar al mismo sentido de
pluralidad, divergencia y hasta premeditada "ilegibilidad" que buscamos al hacerlo. Queremos que se note que somos trece escribiendo juntos la misma historia. Pero somos 13. Y que se note por cómo está escrita, obviamente
.

Desde ya, en mi caso, como coordinador del proyecto y conociendo ustedes mis criterios formales y semánticos (Barthes) defendemos la multivocidad, los cruces, la hibridez, el injerto, el mestizaje, todo aquello que a riesgo de perder algo de "claridad" o "linealidad", o "pureza de razas", aumente la capacidad del lector para interrogarse, llenar los blancos (como en LA CASA DE LOS BOSTEZOS, de Juán Roldán), dudar, percibir, conjeturar, temer, intuir... etc...

Bueno, es otro aporte el mío. Me gustó mucho la reacción de Pilar y María Laura. ¡Estar atentos...!


Y hablo de literatura. Me encantó que se diera esta tensión porque es la normal y sana. Pato cumple a la perfección su trabajo. Es lo más común disentir y consensuar con el editor. A Bolaño no le publicaron " 2666" de 1200 pags. sino después que fue casi best seller y muerto. Ningún editor hubiera aceptado publicar ese ladrillo hace 10 años. Tanto que Bolaño pensaba que se iba a ir publicando cada capítulo (5) por separado, como un libro de 200 pags cada uno...

Algo así como la típica puja con los abuelos sobra la educación de nuestros hijos.. algo así...

MARCE

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